En nuestras organizaciones para asegurar la calidad y eficiencia en los procesos es muy importante la gestión de no conformidades. El análisis detallado de las incidencias es esencial para identificar sus causas raíz y aplicar las correcciones necesarias, así como la redacción de forma clara y concisa de las no conformidades para facilitar su comprensión y resolución.
Adoptar un enfoque proactivo en lugar de reactivo es clave para prevenir la repetición de las no conformidades, permitiendo así un flujo de trabajo más fluido y una mejora continua en la organización.